Lo imaginario de Disneylandia no es ni verdadero ni falso, es un mecanismo de disuasión puesto en funcionamiento para regenerar a contrapelo la ficción de lo real. Degeneración de lo imaginario que traduce su irrealidad infantil. Semejante mundo se pretende infantil para hacer creer que los adultos están más allá, en el mundo "real", y para esconder que el verdadero infantilismo está en todas partes y es el infantilismo de los adultos que viene a jugar a ser niños para convertir en ilusión su infantilismo real.
Hay binomios inseparables: futbol y torta ahogada.
Hay equipos de futbol mejores que México: USA.
Hay pretextos más elevados que otros: "Es que perdimos porque estábamos en Estados Unidos..." - Hugo Sanchez.
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8:49 PM